La Maestra y la Bestia es una novela escrita por Imma Monso y publicada por la editorial Anagrama. La historia se sitúa en septiembre de 1962 y sigue la vida de una joven maestra que llega a su primera plaza en una escuela del Pirineo riíbagorzano.
La protagonista, de nombre Severina, creció durante el silencio del franquismo y busca encontrar su lugar en el mundo. Con poca vocación y dificultades para comunicarse oralmente, Severina desea tener un pueblo, un trabajo y una casa desde donde pueda observar la caída de la nieve.
Sin embargo, Severina deja atrás una infancia marcada por las actividades enigmáticas de su padre y la educación peculiar que recibió de su madre. Su madre se debatía entre apartar a su hija de las consignas del Régimen y el miedo a aislarla demasiado de la normalidad imperante.
A medida que Severina se adentra en la comunidad rural y descubre las marcas que la historia ha dejado en sus habitantes, irá encajando las piezas que la unen al pasado colectivo. Gracias al sentido común de Justa y la complicidad de un hombre fascinante, Severina vivirá una pasión deliciosamente unidireccional.
Pero también descubrirá, horrorizada, que la discreción y la afabilidad no son suficientes para que la comunidad la deje en paz. En este contexto, la novela explora las heridas del pasado que aún se esconden en el pueblo de montaña y cómo Severina se enfrenta a las dificultades de encontrar su lugar en medio de estas circunstancias.
En mi opinión, «La Maestra y la Bestia» es una novela cautivadora que combina la historia personal de la protagonista con las tensiones sociales y políticas de la época. La autora logra crear personajes complejos y realistas, y utiliza un lenguaje evocador que transporta al lector a la atmósfera del pueblo de montaña. Además, la trama está llena de giros inesperados que mantienen el interés a lo largo de la historia.