«La Vida Tranquil·la» es una novela escrita por Marguerite Duras y publicada por Edicions Sidilla. La historia se centra en Francine Veyrenattes, también conocida como Françoise, quien nos relata cómo su hermano Nicolas se pelea a muerte con su tío Jérôme. La familia organiza una vigilancia discreta y segura alrededor del agonizante tío, y este evento desencadena una serie de acontecimientos que llevarán a Nicolas al amor y, más tarde, a la muerte.
A lo largo de la narración, Francine también experimenta el amor, mientras que sus padres se sumergen en la locura. La narradora mantiene una impassibilitat, emitiendo un sonido extraño y rápido. Ella misma ha provocado esta situación, aunque lo ignora. A medida que cuenta la historia, va adquiriendo una conciencia cada vez más precisa de lo que ha ocurrido. Esta toma de conciencia se convierte en el verdadero argumento del libro, ya que se trata de la purificación progresiva de un alma, y es uno de los principales atractivos de la historia.
Francine se promete a sí misma tener una vida tranquila. Finalmente, desde un estado de gran fatiga, desea ser amada y amar, tener hijos y buscar la felicidad y la simplicidad. Al final, alcanza la muerte.
La novela retrata con maestría las complejidades de las relaciones familiares y de las emociones humanas. La prosa de Marguerite Duras es evocadora, poética y llena de profundidad. A través de su narradora, la autora nos sumerge en una reflexión sobre la vida, el amor y la muerte.
En mi opinión, «La Vida Tranquil·la» es una obra poderosa y conmovedora que invita a la introspección y a la reflexión. La forma en que Duras explora los temas universales de una manera tan íntima y personal es impresionante. Recomiendo esta novela a aquellos lectores que busquen una historia profunda y emotiva sobre la condición humana.