El libro «Tom, el Fuerte (Todos Lo Hicieron Mal I)» de Humberto Pérez-Tomé Román, publicado por Sekotia, es la primera entrega de la trilogía «Todos los hicieron mal», que incluye las novelas «El Perro de Ben» (2016) y «Azul Oscuro, Pero Azul» (2017). Esta trilogía aborda contravalores para padres e hijos, situada en una ciudad no especificada en el sur de Estados Unidos en la década de 1960.
La trama se centra en la relación entre tres miembros de una familia: el padre Larry, la madre Amanda y la hija Jill. La enfermedad depresiva de Amanda ha truncado la relación familiar, dejando a Jill en un segundo plano mientras crece buscando afecto. Sin embargo, la burbuja de normalidad estalla cuando Larry descubre que su hija, de 16 años, está tatuada con el nombre de «Tom el Fuerte», un chico mayor que ella y con mala reputación.
Larry se ve obligado a enfrentar la situación, al mismo tiempo que se presenta una oportunidad de negocio que podría cambiar sus vidas. Obsesionado con el negocio como su prioridad suprema, Larry se ve envuelto en una serie de complicaciones que desencadenan un huracán en sus vidas.
La novela se caracteriza por una trama dura, diálogos rápidos y emotivos, así como metáforas expositivas que agilizan la narración y transmiten con rapidez el mensaje del autor.
En cuanto a los personajes, Larry es un padre obsesionado con el negocio, Amanda es una madre enferma y Jill es una adolescente en busca de afecto. «Tom el Fuerte» es un personaje clave en la vida de Jill, influyendo en la trama de la historia.
En mi opinión, «Tom, el Fuerte» ofrece una visión cruda y emotiva de las relaciones familiares y los conflictos generacionales. La trama intensa y los diálogos rápidos mantienen al lector absorbido en la historia, mientras que las metáforas expositivas agregan profundidad al relato. Es una lectura recomendada para aquellos que buscan explorar temas complejos y desafiantes en el contexto de la dinámica familiar.